Mañana miércoles, 29 de abril, un asteroide potencialmente peligroso, que tiene cerca de 4 km de diámetro, pasará a más de 6 millones de kilómetros de la Tierra, si bien no chocará con nuestro planeta, afortunadamente.
En el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y desde los Observatorios de Canarias (OOCC) se estudian asteroides y otros objetos del Sistema Solar. El seguimiento del asteroide 1998 OR2, en particular, es parte de un programa que lidera la investigadora del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) Julia de León dentro del proyecto NEOROCKS, financiado por el H2020 de la Unión Europea. En NEOROCKS, esta astrofísica lidera el paquete de caracterización de los NEAs (Asteroides Cercanos a la Tierra en inglés) que se observan desde el Observatorio de Arecibo (Puerto Rico) mediante radar.
1998 OR2 tiene su origen en el Cinturón Principal de Asteroides, un cinturón de rocas que se encuentra entre Marte y Júpiter. La influencia gravitatoria de los gigantes del Sistema Solar -Júpiter y Saturno-, provoca que estas rocas que habitualmente se encuentran tranquilas en el Cinturón puedan cambiar su órbita y caer hacia el Sistema Solar Interior. Es entonces cuando se acercan a la órbita de la Tierra y pasan a ser consideradas “peligrosas”.
Ese es el caso de 1998 OR2, un asteroide de tipo NEA, considerado potencialmente peligroso. Este asteroide cruzará la órbita de nuestro planeta y, como puede representar una amenaza, hay que tenerlo controlado. "Se trata de un asteroide muy grande comparado con los tamaños de otros asteroides que también pasan cerca de la Tierra", comenta Julia de León. Tiene unos 4 km y, en principio, eso lo convierte en el asteroide más grande y que más cerca de nosotros va a pasar en los próximos años.
El máximo acercamiento en 2020 será mañana miércoles 29 de abril. Pero ¿supone algún peligro para nosotros? La respuesta es: no. En esta ocasión, estará a 16 veces la distancia Tierra-Luna. Aunque es una separación lo suficientemente segura, en el año 2076 pasará a solo 4 veces la distancia Tierra-Luna. "En ese momento tampoco será peligroso, pero tendremos que estar atentos y controlar la órbita de este objeto", aclara Javier Licandro, investigador del IAC y experto en Sistema Solar. "Existe la posibilidad de que en el futuro, dentro de cientos o miles de años, sufra una pequeña perturbación y acabe colisionando con la Tierra. En ese caso, sí que podría ser un problema para todos los habitantes que vivan entonces en el planeta".
Hoy en día se están desarrollando varias misiones, tanto de la NASA como de la Agencia Espacial Europea (ESA), para que, en caso de detectar algún objeto que fuera a impactar contra la Tierra, poder desviarlo o fragmentarlo. Pero, insistimos, no es el caso de 1998 OR2, que mañana pasará a una distancia segura de más de 6 millones de kilómetros de nuestro planeta. Simplemente, hay que tenerlo vigilado, como muchos otros objetos próximos a la Tierra.
Una amenaza procedente del espacio
Las siglas NEO (Near Earth Object) no se refieren solo a asteroides. También incluyen cometas, satélites artificiales y meteoroides de tamaños inferiores a 50 metros. Incluso un objeto de esta envergadura podría ocasionar grandes destrozos sobre la superficie de la Tierra.
Un objeto se clasifica como NEO cuando su perihelio (su distancia más próxima del mismo) es menor de 1,3 unidades astronómicas (una unidad astronómica son alrededor de 150 millones de kilómetros).
El Cinturón Principal de Asteroides es el origen de la mayoría de las rocas que caen a la Tierra, tanto las grandes como las pequeñas. Se piensa que el Cinturón Principal puede tener más de tres millones de asteroides, de los que se conocen alrededor de 930.000 y entre los que se encuentra Ceres, el mayor de todos ellos, recientemente renombrado como planeta enano. En el caso de los cometas que se acercan a la Tierra, estos pueden venir de la parte externa de Nube de Oort o del llamado Cinturón trans-Neptuniano.
“Hasta la fecha, las probabilidades de impacto de los asteroides han sido siempre muy pequeñas”, comenta Miquel Serra, investigador y miembro del Grupo de Sistema Solar del IAC. "Además, dado que el 80% de la superficie de la Tierra es agua, lo más probable es que, de impactar, no lo hiciese sobre una zona habitada". No obstante, si esto se produjese, la catástrofe medioambiental sería muy grave. Cuando un asteroide se acerca a la Tierra se llama NEA (Near Earth Asteroid) y, dentro de esta categoría, hay un subgrupo cuyas siglas en inglés son PHAs (Potentially Hazardous Asteroids) y que se refieren a los asteroides potencialmente peligrosos. Un NEA pasa a ser un PHA cuando tiene un tamaño mayor de 140 metros de diámetro y si la distancia entre su órbita y la órbita de la Tierra es menor de 20 veces la distancia Tierra-Luna. Hoy en día conocemos más de 2.000 objetos que responden a estas características. Pero, al margen de suponer una amenaza, los asteroides también representan una oportunidad ya que, por su composición, es probable que el futuro energético de la humanidad dependa de ellos.
Más información sobre estos objetos, en la charla del ciclo #IACUniversoEnCasa "Objetos Cercanos a la Tierra (NEOs) desde casa", por Miquel Serra-Ricart: https://youtu.be/bzyqnJ45oMc
Más información sobre el las observaciones de asteroides desde el Observatorio de Arecibo: https://www.space.com/asteroid-1998-or2-photo-arecibo-observatory-april-2020.html