“Si la Astronomía se dirige a la exploración del universo exterior, ¿cómo puede dar lugar a aplicaciones tan fundamentales para nuestra vida en la Tierra?” El astrofísico John Beckman, Profesor de Investigación, vinculado Ad Honorem al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), al Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y al Departamento de Astrofísica de la Universidad de La Laguna (ULL), respondió a esta pregunta en su conferencia “Astronomía: la Utilidad de lo Inútil”.
Continuación de la entrada “La utilidad de lo inútil. La Relatividad General”, octavo capítulo de la serie “LA UTILIDAD DE LO INÚTIL: Cuando un expresivo ‘oxímoron’ se añade a la Astronomía”.
“La razón principal –aclara Beckman- es que en la Astronomía tenemos las señales dentro de las más débiles de toda la ciencia. Toda la información que nos ha llegado de las fuentes astronómicas (sin incluir el Sol), y que se ha detectado durante toda la historia de la Astronomía observacional, generando nuestros conocimientos del Universo entero, tiene menor energía que la producida por un fósforo al encenderse.”
La historia de Astronomía moderna es una historia del desarrollo de instrumentos cada vez de mayor sensibilidad y cada vez con mayor alcance en el espectro. Esta necesidad empuja a los astrónomos a investigar nuevas técnicas, que más tarde pueden tener sus aplicaciones prácticas. “Cuando yo empecé a investigar –recuerda Beckman-, solamente existían dos ramas de la Astronomía observacional: la Astronomía óptica y la Radioastronomía. Ahora, gracias a los avances técnicos, y a la disponibilidad de los satélites, la Astronomía y su ciencia interpretativa, la Astrofísica, avanzan en toda la gama del espectro electromagnético, desde las ondas más largas (radio), hasta las más cortas (rayos gamma), y se ha extendido hasta las partículas subatómicas (rayos cósmicos, neutrinos). La época de la Astronomía de ondas gravitatorias está a punto de empezar de forma práctica. Cada rama implica la extensión de la técnica por encima de sus límites actuales, con repercusiones casi nunca esperadas para la vida cotidiana.”
Sin embargo, si a John Beckman le preguntaran hoy si le interesa su profesión por las aplicaciones, respondería con un “no” categórico. “Me dedico a la Astronomía –asegura convencido- porque el desafío de extender las fronteras del conocimiento y del entendimiento humano de esta manera me fascina, siempre me ha fascinado y me seguirá fascinando”.
Próximo capítulo: “SENDEROS A TRAVÉS DE UN UNIVERSO ECLÉCTICO”