La utilidad de lo inútil. De tubos de imagen y planetas

Torre y cúpula (izquierda) del telescopio solar (centro) de 16 pulgadas de apertura de la Universidad de Oxford. Créditos: H.H. Plaskett. Royal Astronomical Society. NASA Astrophysics Data System. Publicación en Monthly Notice of R.A.S. Vol. 115, Plate 8.
Fecha de publicación
Autor/es
María Carmen del
Puerto Varela

Mucho más que un juego de palabras, más allá de un título. El oxímoron “Astronomía: la Utilidad de lo Inútil” de la conferencia impartida en el Instituto de Estudios Canarios de La Laguna (Tenerife) por el astrofísico John Beckman, trascendía la figura retórica en sí. El ponente, Profesor de Investigación, vinculado Ad Honorem al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), al Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y al Departamento de Astrofísica de la Universidad de La Laguna (ULL), supo ilustrar con ejemplos de su trayectoria profesional algunas de las aplicaciones que deben su desarrollo a la Astronomía, sin pretensiones previas de utilidad. Sin duda, toda una lección de reputado magisterio.

Continuación de la entrada “LA UTILIDAD DE LO INÚTIL: Cuando un expresivo ‘oxímoron’ se añade a la Astronomía”.

“Mis primeros pasos –recuerda Beckman- fueron los “tubos de imagen”. En concreto, un intensificador de imagen que, junto con el espectrógrafo coudé del telescopio solar de 16 pulgadas del observatorio de Oxford, usé en los experimentos para la medida de abundancias químicas (oxígeno e hidrógeno) en los espectros de alta resolución de las atmósferas de Venus y Júpiter”. El 15 de julio de 1967, este astrofísico publicaba su primer artículo en la revista Planetary and Space Science. (“The measurement of abundances in planetary atmospheres using an image intensifier and a solar spectrograph”).

“Comparados con las placas fotográficas de mayor sensibilidad utilizadas hasta entonces, los tubos de imagen desarrollados para su uso en la Astrofísica permitían – refiere Beckman- reducir el tiempo de exposición de una imagen entre 100 y 1.000 veces, así como obtener sustanciales mejoras en la resolución espacial.”

Hoy, los astrónomos aficionados pueden obtener impresionantes imágenes de nebulosas y otros objetos astronómicos acoplando a pequeños telescopios cámaras con intensificación de imagen, las versiones más modernas de aquellos tubos con los que empezó a experimentar John Beckman en su juventud.

“Pero la aplicación mas ‘utilitaria’ de los tubos de imagen –añade este investigador- se puede encontrar en todos los hospitales y clínicas del mundo: en los aparatos de radiografía para reducir, por un factor de varios miles, la dosis de rayos-X. El riesgo para el paciente y, sobre todo, para el operador se elimina casi completamente.”

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