La pregunta es ¿cómo hacen sus necesidades fisiológicas los astronautas en el Espacio? La respuesta se puede encontrar en un museo, como se mostraba en el Museo de la Ciencia y el Cosmos, de Museos de Tenerife, durante la exposición “Vivir en el Espacio: desafío del siglo XXI”, del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), que exhibía algunos objetos curiosos de lo que ha sido la vida en órbita en el último medio siglo.
Es sabido, como ilustra la foto, que algún dispositivo había que idear para que los astronautas pudieran evacuar la orina en misiones extra-vehiculares, dado que realizan paseos especiales que pueden llegar a durar muchas horas.
También he leído que en la Estación Espacial Internacional (ISS) se recicla aproximadamente el 90% de la orina de los tripulantes. Cuentan únicamente con un inodoro en todo el complejo, con entradas adaptadas a ambos sexos, aunque las mujeres lo tienen más difícil. Las deposiciones van a parar a un depósito para su almacenamiento o conversión en abono. Pero, en cualquier caso, hay que hacer un curso previo, sobre todo porque la gravedad cero todo lo complica.