Desde la década de los años 40, los astrónomos británicos se planteaban la necesidad de disponer de un telescopio lo suficientemente grande como para competir en los mismos términos con sus homólogos, particularmente en Estados Unidos y en Rusia. Finalmente, se acordó construir un telescopio de 100 pulgadas, financiado conjuntamente por el Tesoro y el Almirantazgo británicos. Al INT tendrían acceso todos los astrónomos del Reino Unido y sería construido en Herstmonceux (Sussex, Reino Unido), a donde el Royal Greenwich Observatory se había trasladado en la década de los años 50 procedente de Londres. En 1967 tuvo lugar la ceremonia de inauguración encabezada por la reina Isabel II.

Pero con el transcurso del tiempo se hizo evidente que unas mejores condiciones atmosféricas beneficiarían de manera importante al uso astronómico del INT. Un telescopio de grandes dimensiones se utiliza para observar los objetos celestes más débiles y distantes y para obtener la mayor cantidad de información posible sobre los mismos. Por tanto, se requieren las mejores condiciones de observación que puedan lograrse. Estas condiciones se encontraron en la isla de La Palma, y a lo largo de la década de los 70 se planeó el traslado del INT desde Herstmonceux hasta el Observatorio del Roque de Los Muchachos, donde continuaría su operación en 1984. La reubicación del INT se aprovechó para modernizar la instrumentación y dotar al telescopio de un nuevo espejo primario de alta calidad.

La reinauguración del INT tuvo lugar el 29 de junio de 1985, coincidiendo con la inauguración oficial de los observatorios astrofísicos de Canarias, y en presencia de los monarcas y jefes de estado de cinco países europeos, y los presidentes de otros dos.

Desde sus primeras operaciones en La Palma, el papel del telescopio ha sido la realización de imágenes de gran campo y espectroscopía de baja y media resolución, técnicas en las que el INT ha ofrecido resultados científicos de gran trascendencia.