La ciencia se escribe con muchas letras. Se escribe con f de física, con e de electrónica, con i de ingeniería. La ciencia se escribe también con m de mujer. En las jóvenes mentes de las investigadoras del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) habitaba una pequeña chispa científica que daría inicio a sus carreras. Niñas que contaban estrellas para dejarse dormir y que lucharían años más tarde por llegar al día en que sus sueños se hicieran realidad.
Para poder observar y entender los secretos que esconde el Universo se necesita tecnología. De esto se encarga IACTEC, un espacio de cooperación tecnológica y empresarial ligado al IAC. Se trata de un referente nacional e internacional de investigación e innovación. En él se desarrollan varios proyectos tecnológicos relacionados por ejemplo con la tecnología espacial, la tecnología médica o los grandes telescopios. Dentro de sus despachos acristalados y sus grandes salas limpias trabajan varias científicas y tecnólogas.
En IACTEC trabajan 60 personas, de las cuales 21 son mujeres. Con una representación del 35%, las mujeres del IACTEC desempeñan diferentes funciones clave en los programas que allí se ejecutan. Así es su trabajo en algunos de los proyectos tecnológicos de IACTEC:
Telescopio Solar Europeo
El Telescopio Solar Europeo (EST por sus siglas en inglés) es el proyecto más ambicioso de la física solar europea. Este proyecto se coronará con la construcción del telescopio solar más grande del continente en la isla de La Palma. Gracias a la información que este telescopio nos proporcionará acerca del Sol, podremos conocer mejor su dinámica y evolución.
En la sala de trabajo del EST está Claudia Ruiz de la Galarreta, una ingeniera de sistemas que se encarga de coordinar a los equipos que están situados por toda Europa. Sus preguntas en relación al Universo la motivaron a estudiar Física. Explica que su madre y su abuela materna la han inspirado mucho en su carrera, pues las dos han sido científicas.
Claudia Ruiz de la Garreta se considera una mujer con suerte. Dice que se ha topado con gente sin ningún tipo de prejuicio que la limitara. Aún así, admite, “a veces es difícil moverse en un ámbito en el que trabajan una mayoría de hombres; y, a día de hoy, sigue siendo así”.
En el gran despacho del grupo del EST se encuentra también Marta Belio. La ingeniera óptica se encarga del diseño de los espejos y lentes que permitirán observar el Sol una vez el telescopio esté construido. Ahora mismo está definiendo estrategias de corrección para evitar cualquier degradación que el aparato pueda sufrir.
Desde joven ha sentido esta atracción hacia la ciencia y, a pesar de tener a su hermana como figura de referencia, su voluntad siempre ha estado por delante de todo. “Creo que lo más importante es pensar qué quieres hacer tú y seguirlo”, defiende la científica. Por último, añade que “siempre está bien recordar que todas las personas podemos hacer todo”.
New Robotic Telescope
El New Robotic Telescope (NRT) es un telescopio robótico de cuatro metros completamente autónomo y que se convertirá en el telescopio robótico más grande del mundo cuando se construya y comience a operar, alrededor del año 2027. Su construcción se realizará en la isla de La Palma, en el Observatorio Roque de los Muchachos. Supondrá un gran avance, pues no necesitará de personal operador para que dirija los movimientos del aparato, lo cual agilizará su funcionamiento y facilitará la observación inmediata.
Marta Escriche es ingeniera óptica en el IACTEC y forma parte del equipo de trabajo del NRT. Su función está relacionada directamente con el diseño del telescopio. “A mí siempre me ha gustado todo lo que está relacionado con los números y poder estar trabajando en un proyecto tan grande es un sueño”, confiesa la ingeniera.
Escriche opina que “muchas niñas no se meten en ingenierías porque piensan que no es para ellas, y eso no es verdad”. Cree que todas las personas jóvenes, en especial las mujeres, deben recibir el mensaje de que pueden hacer todo lo que se propongan.
IACTEC-Espacio
El departamento de Espacio se encarga del desarrollo de pequeños satélites y cámaras espaciales compactas de alta resolución. Ya hay dos instrumentos creados en el IACTEC que han sido lanzados al espacio: DRAGO-1 y DRAGO-2. Ambas cámaras observan en el infrarrojo de onda corta y sirven para obtener datos de la superficie de nuestro planeta. Sirven, por ejemplo, para monitorización de incendios o detección de vertidos de petróleo. Ahora mismo, el equipo trabaja en el desarrollo de ALISIO-1, el primer satélite canario para observar la Tierra; VINIS, un nuevo instrumento óptico e infrarrojo también para la observación terrestre; e IACSAT, el primer telescopio espacial del IAC.
En el piso más bajo del moderno edificio del parque tecnológico se encuentran dos salas limpias en las que se crean estos instrumentos. Xana Delpueyo es ingeniera óptica y cada día trabaja en estos pequeños artefactos. En este momento se encarga de realizar los montajes y los alineamientos de las partes ópticas que llegan de otros proveedores.
Su supervisora del Trabajo de Fin de Máster fue la figura que la motivó a elegir el camino de la investigación científica y se siente afortunada al no haberse sentido cuestionada en su trayectoria laboral. “Las mujeres también podemos meternos en la ciencia y podemos hacer lo que queramos”, defiende Delpueyo.
Alba Peláez trabaja junto a Xana para poner a punto las cámaras de infrarrojo de onda corta de los dispositivos DRAGO. Respecto a la presencia de las mujeres en el campo de las ciencias, Peláez apunta que es difícil que se cambie el paradigma a menos que se cambien las condiciones de trabajo de todo el personal investigador, pues se trata de una profesión que requiere de muchos sacrificios personales.
La investigadora puntualiza: “Ya no estoy hablando solamente de tener hijos o tener familia, que es lo que siempre se nos atribuye a las mujeres, sino simplemente el deseo de tener una vida personal. Por esta razón, he visto que muchas mujeres de mi alrededor han dejado la investigación”.
Programa de Tecnología Médica
La tecnología adopta muchas formas en el IACTEC. No solo se trabaja en avances relacionados con los astros y el Universo. El Programa de Tecnología Médica (TECMED) es un proyecto que pretende transferir tecnologías usadas en la astrofísica al campo de la medicina.
Dentro de este programa se trabaja en dos subproyectos: PINRELL (Prototype for INfraREd analysis of Lower Limbs) y PROMISSE (PROtotype for MIcroware System for Subcutaennous anomaliEs). Ambos prototipos están destinados a detectar las úlceras causadas por el pie diabético, una patología que en casos graves puede derivar en amputación. PINRELL lo realiza a través de termografía infrarroja y PROMISSE en el rango de las microondas.
Natalia Arteaga es ingeniera y se dedica a la imagen biomédica. Ella se encarga de muchas funciones: a veces investiga, otras veces prueba el equipamiento que adquiere su departamento y, en muchas ocasiones, trabaja con el procesado de las imágenes y el análisis de los datos que proporciona el software.
La ingeniera siempre ha tenido una gran determinación para alcanzar sus metas laborales, por lo que la opinión del resto no la ha frenado. Sin embargo, señala que muchas científicas luchan contra otro tipo de cuestionamiento: el síndrome de la impostora. Este síndrome hace que muchas de ellas se cuestionen sus propias capacidades. "No sabía que tenía nombre el sentimiento ese de sentirte fuera de lugar o no ser lo suficientemente buena. Fueron otras compañeras las que me informaron."
Junto a la mesa de Arteaga, Robabeh Salehiozoumchelouei, ingeniera informática del proyecto, se encarga de desarrollar los softwares para que sean capaces de traducir las imágenes en datos.
Recuerda de manera anecdótica cómo sus amigas le decían que dejara este camino profesional por la dificultad que entrañaba. Sin embargo, su fascinación al ver cómo el mundo evoluciona gracias a la tecnología la determinó a seguir su sueño. La científica invita a las niñas que sueñan con la ciencia a que no tengan miedo de perseguir sus intereses científicos: “Son capaces y valiosas, tienen que ser valientes”.
Cherenkov Telescope Array
El Cherenkov Telescope Array (CTA) es un proyecto a gran escala, por lo que la necesidad de recursos técnicos y de personal es alta. Se ha construido una nueva generación de telescopios Cherenkov en la isla de La Palma (Observatorio Roque de los Muchachos, del IAC) y en el desierto de Atacama (Observatorio Paranal, del European Southern Observatory). En total, más de 100 artefactos. Estos instrumentos observan los efectos producidos por la llegada de rayos gamma a nuestra atmósfera, procedentes de los procesos más violentos del Universo.
Detrás de cada gran plan existe una figura que se encarga de trabajar en los trámites administrativos y velar por la legalidad de los procedimientos en general. Se trata del personal administrativo.
Cristina Castro es administrativa en la unidad de contratación del CTA. Explica que en su campo hay apenas discriminación pues “la administración es eminentemente femenina”. “Aunque, por cierto, los pocos hombres que hay están casi todos en puestos de jefatura”, resalta la profesional.
Brillantes como estrellas
Al igual que estas ocho mujeres, millones de científicas alrededor del mundo luchan por abrirse un hueco en la investigación y el desarrollo tecnológico. Sus testimonios seguirán inspirando a otras jóvenes para que sigan sus caminos, soñando que cada vez sea más fácil para las siguientes. Hoy se rinde homenaje a las pasadas, presentes y futuras niñas y mujeres de la ciencia que, si continúa esta tendencia positiva, brillarán con aún más fuerza en los próximos años.