Generalmente las estrellas son esfericas a lo largo de toda su vida,
pero en sus fases finales producen nebulosas con formas variadas e
inesperadas. El efecto es especialmente notable en las nebulosas
planetarias, que son los restos ionizados de las envolturas perdidas
por las estrellas. El hipóthesis más común es que la asimetría
observada, y en particular la formación de chorros de alta velocidad
en precesión observados en muchas nebulosas planetarias, se debe a
interacciones en sistemas binarios. El estudio de la nebulosa
planetaria prototípica Fleming 1 con el telescopio VLT demuestra por
primera vez que esta hipóthesis es efectivamente correcta. Se ha
descubierto que el nucleo de Fleming 1 está compuesto por dos
estrellas compactas evolucionadas (enanas blancas) que orbitan una
alrededor de la otra en 1,2 dias. Se piensa que interacciones binarias
similares sean la causa de la formación de estructuras colimadas
parecidas en un gran variedad de objetos astronomicos.
Fecha de publicación
Referencias
Science 2012, 9 November 2012