El Comité del Programa Científico de la Agencia Espacial Europea (ESA), reunido en el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC), en Madrid, aprobó ayer la construcción de la misión PLATO, una vez completados tres años de estudios técnicos tras su selección en febrero de 2014.
La misión PLATO (PLAnetary Transits and Oscillations of Stars), acrónimo de Tránsitos Planetarios y Oscilaciones Estelares y nombre en inglés del filósofo griego Platón, tiene como objetivo científico principal la búsqueda y caracterización de sistemas planetarios extrasolares. Será la primera misión capaz de encontrar y caracterizar planetas parecidos a la Tierra alrededor de estrellas similares a nuestro Sol y a su misma distancia. Para ello, PLATO realizará medidas muy precisas del flujo luminoso procedente de varios centenares de miles de estrellas, pudiendo detectar minúsculas variaciones en este flujo por debajo de 30 partes por millón. PLATO tendrá la capacidad de, por una parte, detectar la sombra de los planetas que pasen por delante de las estrellas y, por otra, utilizará técnicas de Astrosismología –estudio de las oscilaciones interiores de una estrella- para caracterizar las propiedades estelares de dichos sistemas planetarios.
PLATO observará desde el espacio durante varios años y mediante telescopios terrestres se complementarán las observaciones con medidas del pequeño desplazamiento que los planetas inducen en sus estrellas. Combinando todos los datos, será posible conocer el tamaño, la densidad y la edad de los distintos planetas e incluso se podrá obtener información sobre la posible existencia de atmósferas o la presencia de lunas alrededor de los mismos. Así, podremos saber cómo son de comunes otros mundos como el nuestro y si son apropiados para la vida.
Para conseguir estos objetivos, PLATO estará equipado con 26 telescopios de pequeño formato, cada uno de ellos con 4 detectores tipo CCD con un total de 80 millones de píxeles. PLATO observará las mismas estrellas durante largos periodos, de hasta 3 años, desde su posición orbital en el punto de Lagrange L2, a 1,5 millones de km de la Tierra.
El IAC participará en la misión liderando varios temas científicos, como la detección de planetas circumbinarios (planetas que orbitan alrededor de dos estrellas) así como el seguimiento fotométrico con telescopios terrestres “que requerirá un gran esfuerzo observacional para poder cumplir con los objetivos científicos”, afirma el científico del IAC, Enric Pallé. También contribuirá en el estudio de los parámetros fundamentales de las estrellas, “cuyo tamaño hay que conocer muy bien para poder recuperar el de los planetas”, comenta Carlos Allende Prieto, también investigador del IAC que trabaja en su caracterización.
“Desde que PLATO fue propuesta en 2007 -añade J. Miguel Mas Hesse, coordinador de la contribución del INTA/CAB- han sido necesarios muchos años de trabajo para alcanzar el nivel de diseño tecnológico suficiente para que la ESA haya decidido aprobar la construcción de PLATO, que esperamos lanzar al espacio a lo largo del año 2026”.
Esta misión supondrá un importante hito en la participación tecnológica española en misiones espaciales europeas, proporcionando los ordenadores de a bordo el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) – Universidad de Granada (UGr), cuyas unidades de suministro de potencia inteligentes proporcionará el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), la estructura de los planos focales de los telescopios, junto con la verificación óptica de parte de los telescopios el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) – Centro de Astrobiología (CAB), en colaboración con varias empresas del sector aeroespacial y con financiación del Plan Estatal de I+D+I, gestionado por la Agencia Estatal de Investigación (Ministerio de Economía, Industria y Competitividad).
Nota de prensa del Centro de Astrobiología (CAB): https://cab.inta-csic.es/es/noticias/313/luz-verde-para-plato-la-mision…