El pasado mes de enero, el Observatorio del Teide acogió, por primera vez, el "MIT Astronomy Field Camp". Se trata de un histórico campamento que el Massachusetts Institute of Technology (MIT) ofrece a sus estudiantes de ciencias planetarias y astronomía con el objetivo de proporcionarles la experiencia real de trabajar en un observatorio profesional.
Durante tres semanas, los estudiantes de esta prestigiosa institución tuvieron acceso a distintos telescopios del Observatorio del Teide con los que pudieron recopilar datos astronómicos para sus investigaciones. Para finalizar su estancia, en la sede del IAC en La Laguna, se celebró un evento especial en el que el alumnado presentó los resultados obtenidos al personal científico del centro.
“Los estudiantes necesitan experiencias como ésta para comprender realmente el campo tal y como se practica cada día. Tres semanas en un observatorio profesional como el Teide les da la oportunidad de evaluar si ésta es la carrera que quieren seguir”, explica Michael Person, profesor del Departamento de Ciencias Planetarias, Atmosféricas y de la Tierra (EAPS), director del Observatorio Wallace e instructor principal del campamento.
Personal investigador y de ingeniería del IAC y del observatorio acompañaron a los estudiantes durante las distintas jornadas, ofreciéndoles charlas y sesiones formativas. “Las noches en vela utilizando el telescopio y analizando los datos resultantes son increíblemente valiosas, pero es en la colaboración directa con los astrónomos que trabajan en el IAC cuando aprenden muchas de sus lecciones más valiosas”, destaca Person.
Este campamento, que comenzó por primera vez en 1984, se había celebrado anteriormente en el Observatorio Lowell en Arizona. Gracias a la reciente alianza entre el MIT y el IAC, consolidada través de la instalación en el Observatorio del Teide del telescopio Artemis de la red SPECULOOS, en la que participa la institución estadounidense, se han abierto nuevas vías de colaboración, entre ellas la posibilidad de albergar futuras ediciones de este campamento en los Observatorios de Canarias.
“El campamento superó mis expectativas en casi todos los sentidos –señala Person–. Con la experiencia que hemos adquirido este primer año, ya estoy pensando en mejoras en la programación y en la logística que harán que todo funcione aún mejor los años próximos. En general, fue un gran éxito y tengo muchas ganas de repetir”.
Los estudiantes consideran muy positiva la experiencia en el Observatorio del Teide y algunos contemplan la posibilidad de regresar para continuar su carrera investigadora. “Mi experiencia aquí me ha demostrado que el IAC es un lugar maravilloso para hacer ciencia, y me encantaría volver en el futuro”, comenta Kylee Carden, estudiante que durante su estancia trabajó en la observación de los tránsitos de candidatos a exoplanetas identificados por la misión TESS, dirigida por el MIT.
Claire McLellan-Cassivi, estudiante que dedicó su estancia a la observación de asteroides con el Telescopio Carlos Sánchez (TCS) y el Two-meter Twin Telescope (TTT), comparte la misma opinión que su compañera: “Sin duda volvería al IAC para realizar más trabajos y observaciones. Ha sido una experiencia fantástica y voy a echar de menos poder pasear bajo las estrellas después de cenar hasta el telescopio en el que estábamos operando. La gente de aquí también ha sido fantástica y muy acogedora”.
Por su parte, Orisvaldo Salviano Neto, quien trabajó en el análisis de datos espectrales para una de las estrellas de interés de SONG, valora especialmente la oportunidad de haber experimentado la que significa ser un astrónomo: “Quedarme toda la noche operando y monitorizando telescopios fue una gran experiencia y me ayudó a consolidar aún más mis ideas de lo que quiero hacer en el futuro”.
También Helena McDonald, que estuvo trabajado en el análisis de algunos sistemas de estrellas enanas, resalta la calidad de los datos obtenidos en sus observaciones: “Disfruté mucho manejando el telescopio CST durante la noche; nunca había visto un telescopio operado enteramente a través de comandos de terminal. Y la obtención simultánea de datos de cuatro filtros de color usando MUSCAT2 condujo a algunos resultados muy interesantes y valiosos”.
Además de trabajar con los telescopios, los estudiantes también tuvieron la oportunidad de explorar los alrededores. “Me encantaron tantas cosas de esta isla – apunta Mohan Richter-Addo, estudiante que trabajó en las calibraciones astrométricas del telescopio Artemis–. Las cúpulas y el paisaje del Observatorio son increíbles, y sacamos muchas fotos. Explorar el resto del Parque Nacional y las formaciones rocosas gigantes fue impresionante. También visitamos La Laguna muchas veces; la gente fue increíblemente acogedora”.