Como presidente de la AECC, ¿cómo valora el sector de la divulgación científica en nuestro país?
“Creo que hay buenas y malas noticias. La doble crisis de los medios de comunicación ha reducido (en general, porque hay excepciones) la presencia de periodistas especializados en los medios, por lo que creo que hay menos periodismo científico. Sin embargo, la ventaja que aportan las redes es que hacen que haya mucha más facilidad para acceder a divulgación de calidad”.
¿Cree que tanto los organismos científicos como los medios de comunicación han apostado por este tipo de profesionales lo suficiente?
“No, claramente no. Creo que aún tenemos un déficit de profesionales de la comunicación en los gabinetes de prensa, no científicos más o menos reciclados, sino auténticos profesionales de la comunicación que hayan trabajado en medios y, por tanto, que sepan trabajar para y con los periodistas”.
¿Qué valor tiene para el sistema de I+D+i español la pata que aporta la comunicación y la divulgación científica?
“Está creciendo, pero aún es la pata débil. No tendremos un sistema potente de hasta que la comunicación no sea también robusta”.
El hecho de que la gran mayoría de los periodistas especializados en ciencia se encuentren contratados en instituciones y que en los medios de comunicación apenas haya especialistas ¿puede generar una falta de crítica real en estos asuntos?
“Sin duda es problema grave. Creo que es imprescindible la especialización para que haya también en los medios periodistas capaces y críticos que puedan hacer información de calidad de ciencia y de política científica”.
¿Qué opinión le merece la política científica que rige el país y las comunidades autónomas en la actualidad? ¿Tiene el sistema científico español que adaptarse a una mayor comercialización en busca de la rentabilidad?
“Ha sufrido la crisis como el que más, lo que quiere decir que el discurso del cambio de modelo era un discurso vacío. Y, además, cada vez hay más trabas burocráticas hacia los investigadores, que han de pasar una parte cada vez mayor de su tiempo haciendo papeles y no investigando”.
Una de las consecuencias que ha tenido la crisis es que, por primera vez, hemos visto a los científicos españoles unidos luchando en contra de los recortes. ¿Esto es el germen de un cambio real?
“Ojalá. Creo que ha habido una mayor toma de conciencia y una mayor cantidad de acciones de protesta. Los investigadores han de conseguir el apoyo de la sociedad, pero si la sociedad no entiende la importancia que la ciencia tiene para su futuro, no la tendrán, y para eso hace falta la información científica”.
El encuentro “100xCIENCIA” es una ocasión única donde los centros de excelencia Severo Ochoa van a compartir días con comunicadores especializados, ¿qué deberían aprender los participantes?
“Creo que ya saben que sin ciencia no hay futuro, así que ahora han de aprender que la ciencia necesita comunicación pública como una parte básica del sistema. Sin apoyo de la sociedad, no hay ciencia”.
Este año caducan las primeras certificaciones Severo Ochoa, ¿qué balance se puede hacer de los resultados de esta certificación? ¿Cree que deberían mantenerse?
“Creo que fue una buena iniciativa que debe continuarse. Y, desde luego, dotarse”.
¿Qué han aportado internet, las nuevas herramientas y las redes sociales al periodismo científico?
“Por una parte, facilitan el trabajo de los periodistas que acceden más rápido a la información y a las fuentes, y que así pueden contrastar la información con rapidez. Por otra parte, han sido una puerta enorme y fantástica a la divulgación”.
Como estudioso de biografías de divulgadores científicos de interés, ¿qué cree que le diría Odón de Buen a los jóvenes periodistas que van a participar en “100XCIENCIA”?
“No te rindas nunca. Escribe, lee, estudia, trabaja siempre pensando que mañana será mejor”.
Coordinación de entrevistas: Verónica Martín