Será su máximo acercamiento a la Tierra (perigeo), a una distancia aproximada de 107 millones de kilómetros, que es muy cerca dado que su origen está en la Nube de Oort a una distancia de un año-luz (aproximadamente 9,5 billones de kilómetros).
Aunque su brillo ese día será el máximo, no ha sido tan brillante como se esperaba por lo que es más complicado localizarlo a simple vista. Por ello, son necesarios unos prismáticos, una carta celeste y situarnos en unos cielos oscuros para ver la zona central del cometa. Pese a todo, se encontrará cerca de la Osa Mayor y eso ayudará a situarlo más fácilmente.
Desde el Observatorio del Teide varios telescopios realizan un seguimiento diario de Catalina para averiguar parámetros como su rotación.
Será una oportunidad única para disfrutarlo, pues según los cálculos, Catalina solo nos visitará esta vez.