Con esta edición, la Escuela ha brindado esta experiencia formativa a más de1.400 alumnos de todo el mundo, cubriendo un gran abanico de temas astrofísicos, desde el estudio del Sol hasta las observaciones que permiten conocer cómo fueron los primeros instantes del universo.
La XXIV edición de la Escuela de Invierno del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) cierra hoy, viernes, sus puertas después de dos semanas de conferencias, tutorías y convivencia que han reunido a 47 estudiantes de 18 países diferentes con destacadas figuras en el campo de las lentes gravitatorias. Juntos han abordado el futuro de este fenómeno que genera ‘espejismos’ en el universo y que se ha convertido en una herramienta de gran utilidad para resolver algunas de las grandes cuestiones que mantiene abiertas la astrofísica, desde las ‘súper-Tierras’ a la materia oscura.
Con esta edición, la Escuela de Invierno suma ya 1.433 estudiantes asistentes desde su primera edición, en 1989, que han recibido formación de 199 destacados investigadores en campos como la estructura del Sol, la evolución de las galaxias o los planetas extrasolares.
“Lo más positivo de esta iniciativa es que consigue reunir jóvenes y prometedores investigadores, que acaban de terminar su doctorado o que están realizando su tesis, con algunos de los científicos más sobresalientes en el campo que estudian. La escuela incluye conferencias más o menos teóricas pero, al mismo tiempo, organiza tutorías de carácter práctico en las que los participantes conocen nuevos programas y herramientas que les servirán para proseguir sus trabajos”, explica el investigador del IAC y uno de sus organizadores, Evencio Mediavilla.
¿Qué son las lentes gravitatorias? Se trata de un efecto óptico que da lugar a un fenómeno similar al de los espejismos que se producen en el desierto. La luz que viaja por el universo se curva al encontrarse con un objeto masivo, como una estrella, galaxia o cúmulo de galaxias. Esto es debido a la deformación del espacio-tiempo que produce el campo gravitatorio de dicho objeto. Cuando una gran concentración de masa se sitúa cerca de la línea de visión que conecta al observador –desde La Tierra- con la fuente de la que proviene la luz en primera instancia, se produce el efecto de lente gravitatoria y surge el espejismo. El observador ve entonces múltiples imágenes distorsionadas de la fuente, donde el número y forma de estas depende de la posición relativa entre la fuente, la lente y el observador, y también de la distribución de masa del objeto que hace de lente.
“Este fenómeno nos permite detectar la materia sin necesidad de verla”, resume Mediavilla. Y es que, gracias a los espejismos, los astrofísicos pueden obtener información de los objetos que actúan como lentes aunque estos no emitan luz o sean muy débiles. Por eso, prosigue el investigador del IAC, la Escuela del Invierno también ha abordado algunas de las cuestiones en las que las lentes gravitatorias pueden ser útiles y que, mayoritariamente, coinciden con algunos de los ‘grandes temas’ que ocupan a la comunidad astrofísica en la actualidad: la distribución de la materia oscura, los cuásares, los exoplanetas o la propia estructura del universo, entre otros.
“La escuela ha hecho especial énfasis en el futuro del campo de las lentes gravitatorias con el objetivo de ofrecer herramientas a los jóvenes investigadores para encauzar su trabajo en esta prometedora área. Los participantes han tenido la oportunidad de conocerlas de la mano de destacados investigadores que ahora mismo están trabajando con ellas”, señala Mediavilla. En concreto, Sherry Suyu y Chris Fassnach, de la Universidad de California; Peter Schneider, de la Universidad de Bonn; Joachim Wambsganss, de la Universidad de Heidelberg; o el español Jorge Jiménez, de la Universidad de Granada.
¿Una galaxia con múltiples núcleos?
La imagen muestra una galaxia espiral con un insólito núcleo. En lugar de un único y potente punto de luz, que indicaría la presencia de un agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia, muestra varias manchas brillantes en forma de cruz. La imagen se captó en condiciones de visibilidad excelentes con el Telescopio Óptico Nórdico (NOT), ubicado en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma.
¿Qué es entonces esa cruz? Se trata de un espejismo gravitatorio conocido como la ‘Cruz de Einstein’. Las cuatro imágenes que aparecen simétricamente alrededor del núcleo de la galaxia corresponden a la luz de un único cuásar lejano (Q 2237+0305), que es desviada por el efecto gravitatorio de la galaxia, que se encuentra justo en la línea de visión entre el cuásar y la Tierra. La imagen del cuásar, situado a 8.000 millones de años luz de nosotros, no solo se distorsiona por efecto de la masa del núcleo de la galaxia, sino que su intensidad es amplificada.
Entrevistas audiovisuales a varios profesores de la XXIV Canary Islands Winter School of Astrophysics:
Animación: Efecto de lente gravitatoria y formación de la Cruz de Einstein. Crédito: Gabriel Pérez, IAC (SMM).
Más información : Evencio Mediavilla, investigador del IAC / 922 605 200.