Si bien el congreso organizado por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), que tenía previsto celebrarse en La Palma, se ha pospuesto hasta mediados de abril de 2021, se ha mantenido la celebración de este encuentro online del 5 al 9 de octubre. En este taller se discutirá un documento de referencia para que gobiernos, ayuntamientos y empresas tengan la base legal y técnica para evitar el posible impacto negativo de las nuevas tecnologías en la observación del cielo nocturno y la biodiversidad.
Enlace al programa: http://research.iac.es/congreso/quietdarksky2020/pages/program.php
Durante miles de años, la belleza silenciosa y ordenada del cielo nocturno ha inspirado a la humanidad en todas sus expresiones intelectuales y emocionales: poesía, filosofía, religión y ciencia. La ciencia moderna está profundamente en deuda con la observación de los fenómenos astronómicos en la medida en que sus principales avances, desde la teoría de la gravitación universal hasta la relatividad general, fueron estimulados y verificados por una cuidadosa observación del cielo.
Hoy en día, el progreso tecnológico, en particular la iluminación artificial de las zonas urbanas, ha hecho que sea cada vez más difícil observar el cielo nocturno en su prístina magnificencia. Además, los lugares remotos elegidos para albergar los observatorios astronómicos más sofisticados comienzan a estar en peligro por la contaminación lumínica, la interferencia de señales de radio y las modificaciones climáticas inducidas artificialmente. Y, más recientemente, un impacto negativo adicional en la observación del cielo nocturno ha surgido de la interferencia visual de las megaconstelaciones de satélites artificiales en órbita terrestre baja.
La Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA) y España, junto con la Unión Astronómica Internacional (IAU), organizan este taller online en el que más de mil expertos de todo el mundo abordarán durante una semana los problemas a los que se enfrentan las observaciones astronómicas, para plantear soluciones reales que después aprobará UNOOSA. La participación de esta Oficina es particularmente importante, ya que el objetivo del foro es llegar a todos los gobiernos del mundo.
El Comité Científico (SOC) del congreso ha estado elaborando durante varios meses el documento que se discutirá esta semana. El SOC está compuesto por cerca de 30 expertos internacionales de más de 10 países. Este Comité está liderado por la profesora Connie Walker (NOir Lab) y cuenta con un grupo de trabajo más reducido formado por Nathalie Ricard (UN), Piero Benvenuti y José Miguel Rodríguez Espinosa (IAU); y Casiana Muñoz Tuñón (IAC). Cada día uno de los miembros del núcleo del SOC presentará a un invitado. Simonetta Di Pippo, directora de UNOOSA, Pat McCarthy, directora de NOIRLab, Rafael Rebolo, director del IAC, Ewine van Dishoeck, presidenta de la IAU, y Pedro Duque, ministro de Ciencia e Innovación de España.
Las sesiones de cada tarde se centran en uno de los cinco temas sobre los que trata el documento y son liderados y presentados por cada grupo de trabajo. Cada día se presenta un capítulo del documento para que los participantes hagan sus comentarios. En las presentaciones se analizarán los diferentes aspectos del texto, así como las recomendaciones a las que han llegado los expertos que lo han trabajado. Se hablará de los problemas a los que se enfrentan la radioastronomía, la astronomía óptica, los cielos oscuros y los ecosistemas nocturnos. Pero también de las constelaciones de satélites y sobre las posibles soluciones y retos técnicos, tomando como ejemplo otras normativas que ya han salido adelante.
El acceso a las señales que emiten todos los objetos del Universo no solo es fundamental para comprender el Universo y el progreso general de la Ciencia, sino que la visibilidad del cielo estrellado es una herencia humana fundamental que debe preservarse con esmerado cuidado y amor por las futuras generaciones. Perderlo, nos desconectaría para siempre del Cosmos y la Naturaleza.