Descripción
El célebre astrónomo Jean Mascart del Observatorio de París, vino a Tenerife en 1910 junto con otros científicos para llevar a cabo diversos estudios, entre ellos la observación del paso del cometa Halley. Con motivo de esta visita se hicieron también observaciones planetarias y de la luz zodiacal. Mascart plasmó en este libro sus vivencias y, en especial, su singular percepción de una isla que le asombró por su excepcionalidad. Todo ello le llevó a organizar un observatorio en la Montaña Guajara, lo que habría sido el primer observatorio internacional en Canarias, pero su intención se vio truncada por el inicio de la Primera Guerra Mundial.