Nebulosa del Velo, en la constelación del Cisne

No podemos apreciar plenamente una imagen sin conocer un poco de su historia. Los delicados filamentos y velos que vemos en la imagen que encabeza el calendario tipo póster son los restos de una estrella mucho mayor que nuestro Sol, que murió hace unos 20.000 años. A pesar de encontrarse a unos 2.400 años luz de distancia, durante las primeras semanas tras su explosión iluminó el cielo con un brillo superior al de la Luna llena. Ahora se trata de una nebulosa muy débil que no es posible observar a simple vista. Sin embargo, su extensión en el cielo es muy grande: cubriría un área equivalente al de 40 lunas llenas.

Con telescopios, podemos distinguir tres regiones principales: el velo Oriental (NGC6960), también llamada Nebulosa de la Escoba de la Bruja, situada a la derecha en la imagen, donde se encuentra la única estrella suficientemente brillante para ser vista sin telescopio (52 Cygni); en la parte superior/central encontramos el triángulo de Pickering (NGC6879); y a la izquierda en la imagen, la Nebulosa de la Red (NGC6995).  

La imagen que mostramos ha sido obtenida por el astrofotógrafo Daniel López, con el Astrógrafo STC (Sky Treasure Chest) de la UC3/IAC, en tres filtros de banda estrecha (H-alpha: rojo, SII: verde y OIII: azul), con un tiempo de integración total de 40 horas, en exposiciones individuales de 25 minutos.