Por IVAN JIMÉNEZ
Sara Seager es una de las astrónomas más prestigiosas dentro de la comunidad científica dedicada a la detección de exoplanetas. De hecho, está considera como una de las investigadoras más influyentes del mundo por la revista Time. Lo más sorprendente es que lo haya conseguido siendo mujer y dedicándose, desde hace más de dos décadas, a un campo en el que casi nadie creía, en un inicio, que iban a producirse grandes avances. Actualmente, los exoplanetas son una de las áreas de investigación más dinámicas y productivas de la Astronomía; se han detectado ya varios miles de candidatos de planetas extrasolares y la lista crece cada día. Esta profesora, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), no solo lidera el desarrollo de la futura y más vanguardista generación de telescopios espaciales (como TESS y Starshade) dedicados a la detección por imagen directa y a la caracterización de planetas análogos a la Tierra, sino que ha sido pionera en el desarrollo de técnicas de detección de atmósferas mediante las cuales se espera encontrar evidencias de signos de vida fuera de nuestro planeta. Para hablar de esta aventura intelectual y tecnológica sin precedentes de la que forma parte, Seager visitó el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y ofreció una reveladora charla bajo el título “La búsqueda de la Tierra 2.0”. La seguridad, la firmeza y el entusiasmo de esta astrónoma animan a pensar que la respuesta a la gran pregunta de si “¿estamos solos en el Universo?”, tal vez, se encuentre antes de lo que nadie imaginaba.
Después de varias décadas de investigación sobre los exoplanetas, ¿qué sabemos ahora de nuestro Sistema Solar que antes ni siquiera imaginábamos? ¿Encajan los sistemas planetarios encontrados con nuestro modelo de formación y evolución planetaria?
De lejos no hemos conseguido encontrar una copia de nuestro sistema solar. Creemos que, tal vez, es algo raro. Menos de 1 entre 10 o de 1 entre 20 estrellas como nuestro Sol tendrían un sistema solar como el nuestro. En su lugar hemos encontrado todo tipo de sistemas planetarios. Hemos visto planetas con el tamaño de Júpiter que estaban donde no deberían estar, demasiado cerca de su estrella. Hemos visto estrellas con cinco planetas girando en órbitas más interiores que la de Mercurio. Hemos visto estrellas con grandes planetas calientes orbitando a distancias como Plutón. Así que todo tipo de planetas son posibles y creemos que la formación planetaria es azarosa, por lo que una teoría sobre formación planetaria aún está muy lejos.
¿Dónde encontraremos antes la evidencia de vida en el Universo, en nuestro propio sistema solar o en los exoplanetas?
Es una pregunta importante. En nuestro sistema solar podemos visitar planetas y sus lunas y podemos coger muestras, pero hay muy pocos lugares en él en los que creamos que exista vida. Sobre los exoplanetas tenemos poca información; tenemos más cantidad que calidad. Hay muchos objetos en los que podemos buscar vida, pero, en cada uno, de forma individual, los datos no son buenos. En nuestro sistema solar sólo hay unos pocos lugares donde la vida podría existir, pero tenemos un enorme número de exoplanetas, así que hay muchas más opciones.
¿Conocemos realmente las condiciones para la vida, los ingredientes y los procesos para pasar de materia inorgánica a orgánica?
Aún no tenemos una gran definición de la vida. No sabemos cómo la vida se origina y evoluciona. Es muy difícil. Pero en Astronomía no nos preocupa esto. Sólo queremos saber las condiciones que la vida requiere; nos preocupa qué hace la vida, cómo metaboliza los nutrientes y emite gases. Sabemos que la vida requiere de algunos ingredientes. Primero, una temperatura adecuada para formar moléculas; cuando es demasiado caliente tenemos átomos y no son suficientemente consistentes para crear formas de vida. En segundo lugar, necesitamos de un medio líquido, que puede ser agua o algo más, para que las moléculas puedan reaccionar y formar estructuras estables. En tercer lugar, necesitamos una fuente de energía; aquí usamos el Sol, pero la vida existe en las profundidades del océano donde la energía puede ser liberada por las reacciones químicas. Y cuarto, necesitamos condiciones cambiantes para fomentar evoluciones en las que la vida pueda progresar en algo más complejo. Si piensas en estas cuatro cosas podemos estar seguros de que en todas partes se necesita lo mismo. Eso no significa que requiramos de un planeta con agua líquida, pero podemos tener un planeta como Titán, una luna de Saturno, con lagos de metano líquido. Conocemos los ingredientes, pero lo más complicado es detectar un planeta e identificar si tiene esos ingredientes.
Encontrar vida en otro planeta, ¿es una cuestión científica o económica?
Descubrir vida en otro planeta es una cuestión científica. Tenemos mucha curiosidad por saber si todos esos miles de millones de planetas de ahí fuera tienen vida. Y también queremos saber si hay vida inteligente en ellos. Estamos dando el primer paso, descubriendo si los planetas como la Tierra son comunes y si tienen señales de vida, como gases producidos por organismos vivos.
¿En qué plazo de tiempo crees que encontraremos vida en otro planeta?
En 10 años tendremos la capacidad de encontrar vida si su existencia es común. No puedo garantizar cuándo la encontraremos, pero puedo decir que con los telescopios en tierra y en el espacio que tenemos, si la vida es muy abundante, dispondremos de la capacidad de ver los signos de la vida en las atmósferas de los exoplanetas. Por ejemplo, si usamos el telescopio espacial TESS que tendrá 4 cámaras de gran campo, junto el Telescopio Nacional Galileo, TNG (en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma), más algunos otros instrumentos de apoyo, además del Telescopio James Webb para ver moléculas en la atmósfera del planeta. Si cada pequeña estrella tiene una Tierra en tránsito, en zona habitable y con vida, y la vida genera señales espectroscópicas, entonces la encontraremos en la próxima década. Pero la probabilidad de que esto suceda es muy baja. Es por ello que creo que tenemos la capacidad, pero necesitamos tener suerte.
Si la posibilidad de hallar evidencias de vida en el Universo depende del azar, ¿puede que se convierta en un proyecto a largo plazo?
Estoy trabajando muy duro para, a lo largo de mi vida, estar segura de encontrar vida, pero como no lo puedo garantizar, necesitamos entrenar a la próxima generación de investigadores porque podría ser un proyecto multigeneracional.
¿Cómo valoras la contribución de los Observatorios de Canarias en el estudio de los exoplanetas?
Los telescopios del IAC son muy importantes para la investigación en exoplanetas: desde los pequeños que están en el observatorio buscando nuevos planetas, hasta los espectrógrafos especiales como HARPS Norte -actualmente en el telescopio TNG- que pueden ayudarnos a medir masas de planetas encontrando planetas rocosos, pasando por el GTC que es capaz de hacer espectroscopía de las atmósferas de los exoplanetas. Hay muchos telescopios del IAC que pueden hacer una contribución importante en el campo de los exoplanetas.
Si tuvieras la tecnología adecuada, ¿cuál sería el primer lugar al cual te gustaría apuntar? ¿Tienes la intuición de poder encontrar vida en algún exoplaneta en concreto?
En términos de estrellas, mi favorita son las 20 estrellas como el Sol más cercanas, aquellas en las que esperamos estudiar en detalle si tienen planetas alrededor. Y en cuanto a los exoplanetas, cada sistema planetario es especial de algún modo, pero mi favorito es el siguiente planeta en ser descubierto, porque siempre hay nuevas cosas por descubrir.