La constelación del Centauro contiene para muchos el cúmulo globular más bello de la bóveda celeste. Omega Centauri (wCen), con cerca de un millón de estrellas, es un cúmulo que tiene nombre estelar porque al astrónomo alemán Johannes Bayer (1572-1625) le pareció a simple vista una resplandeciente estrella borrosa de cuarta magnitud.
También en el Hemisferio Sur, en la constelación del Tucán, compitiendo con wCen en belleza, brillo y antigüedad, se encuentra otro espléndido cúmulo globular: 47 Tucanae (47Tuc), de nuevo, y por la misma razón que el anterior, un cúmulo con nombre de estrella.
El cúmulo globular más espectacular del Hemisferio Norte es M13, en la constelación de Hércules. Este cúmulo fue uno de los 103 objetos catalogados en 1784 por el astrónomo francés Charles Messier (1730-1817). Su nombre es simplemente la letra que identifica el catálogo y el número que en él le corresponde. Hoy es popularmente conocido como el cúmulo de Hércules.
Estos objetos del cielo nocturno son observables con pequeños telescopios e, incluso, a simple vista, razón por la que son muy conocidos entre los astrónomos aficionados. Pero su interés va mucho más allá de su evidente belleza: wCen, 47Tuc y M13 representan a un tipo de objetos del Universo especialmente interesantes para la astronomía profesional. A los Cúmulos Globulares se está dedicando la X Canary Islands Winter School of Astrophysics, Escuela de Invierno Internacional organizada, del 16 al 27 de noviembre, por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), con la colaboración de la Comisión Europea (Programa Marco TMR, Training and Mobility of Researchers) y la compañía Iberia, en la Facultad de Física y Matemáticas de la Universidad de La Laguna (Tenerife). Con esta Escuela Internacional de Astrofísica se conmemoran 10 años de encuentro e interacción en Canarias entre jóvenes astrofísicos y profesores de prestigio procedentes de todo el mundo para estudiar conjuntamente temas astronómicos de actualidad.
Guardianes de secretos
Los cúmulos globulares guardan, en efecto, muchos secretos astronómicos. La tecnología de siglos pasados no permitía -como ahora los grandes telescopios y su avanzada instrumentación- discernir claramente el contenido de un cúmulo globular. Hoy sabemos que estos atractivos objetos del cielo son un conjunto muy denso de decenas de miles a millones de estrellas distribuidas con la peculiar simetría esférica que su designación indica y pertenecientes a lo que el célebre astrónomo Walter Baade bautizó, en 1944, como "Población II".
Los miembros de esta población estelar son estrellas viejas que se encuentran en el halo de nuestra galaxia (por extensión, también en otras galaxias) y que tienen un contenido muy bajo en metales. Esta baja metalicidad significa que los cúmulos globulares se formaron en una etapa muy temprana en la vida de una galaxia, poco después del Big Bang y antes de que el hidrógeno y el helio primordial se procesaran en el interior de las estrellas para formar los elementos químicos más pesados.
Todas las estrellas de un cúmulo globular deben haberse formado al mismo tiempo, a partir del colapso de una gran y única nube de gas. Su distribución en el llamado "Diagrama de Hertzprung-Russell" (representación gráfica de la temperatura o color de cada estrella frente a su brillo o magnitud absoluta) informa sobre la edad y la distancia común de todas las estrellas del cúmulo. La estimación que así se obtiene de la edad de los cúmulos ha sido, hasta hace poco, motivo de controversia: la edad del Universo, supuestamente de unos 15.000 millones de años, era incompatible con cúmulos globulares de 18.000 millones de años ¿cómo podían existir cúmulos más viejos que el propio Universo? Afortunadamente, como se ha puesto de manifiesto en esta Escuela Internacional, la paradoja de la edad de los cúmulos se ha resuelto tras calcularse mejor las distancias de algunas estrellas.
En nuestra galaxia se conocen 150 cúmulos globulares, repartidos por el halo y con órbitas elípticas alrededor del centro galáctico, mientras que los cúmulos abiertos, con estrellas más jóvenes y más ricas en metales -la "Población I"-, se concentran en el disco de la Vía Láctea.
La edad del Universo, la formación de las galaxias, la evolución estelar, ... como vemos, algunas de las claves para comprender estas cuestiones se esconden en los cúmulos globulares. De ahí el interés, la oportunidad y la justificación del tema de esta X Canary Islands Winter School of Astrophysics, dedicada por entero a los Cúmulos Globulares.
Carmen del Puerto
PROFESORES INVITADOS A LA ESCUELA DE INVIERNO
- Ian R. King, de la Universidad de California (Estados Unidos)
- Steven Majewski, de la Universidad de Virginia (Estados Unidos)
- Vittorio Castellani, del Observatorio Astronómico de Capodimonte (Italia)
- Rafaelle Gratton, del Observatorio Astronómico de Padua (Italia)
- Rebecca A.W. Elson, del Instituto de Astronomía de Cambridge (Reino Unido)
- Michael W. Feast, de la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica)
- Ramón Canal, de la Universidad de Barcelona (España)
- William Harris, de la Universidad de MacMaster (Canadá)
Más información:
Organizadores: Carlos Martínez Roger, Ismael Pérez Fournon y Francisco Sánchez.
Secretaría: Lourdes González y Nieves Villoslada.
Secretaría del Dpto. de Astrofísica de la Universidad de La Laguna: Mary Rodríguez. Teléfono: 922 318122