El ‘Experimento Boomerang’ acaba de establecer, a partir de unas precisas imágenes de la radiación de fondo cósmico, que el Universo es abierto, se expandirá indefinidamente y tenderá a enfriarse. Los datos coinciden con unas investigaciones del Instituto de Astrofísica de Canarias, lideradas por Rafael Rebolo, que están ya disponibles en la revista electrónica Astro-ph. Este investigador es también uno de los impulsores del ‘Experimento VSA’, instalado en el Observatorio del Teide, que conseguirá imágenes de mejor calidad que ‘Boomerang’, hasta alcanzar a ‘ver’ quizá las huellas que dejaron en el fondo de microondas las primeras formaciones de galaxias.
"Los resultados de ‘Boomerang’ son incuestionables", afirma Rafael Rebolo, Profesor del CSIC e investigador del IAC, especialista en el fondo cósmico de microondas (radiación aún hoy perceptible de la Gran Explosión que originó el Universo y fuente principal de información sobre sus primeros instantes). Para Rebolo (Cartagena, 1961), recientemente galardonado con el Premio Iberdrola de Ciencia y Tecnología, "Boomerang ha establecido que la densidad de la materia del Universo no es lo suficientemente grande para provocar que llegara a colapsar por la gravedad", lo que se conoce como ‘gran colapso’ o Big Crunch. "El experimento ha demostrado que el Universo es abierto y seguirá expandiéndose y enfriándose indefinidamente", señala.
Estos resultados dan la razón a la mayoría de las interpretaciones sobre el origen y el destino del Universo de los últimos veinte años y auguran un futuro no muy halagüeño para el cosmos: "El Universo tendrá, dentro de decenas de miles de millones de años, una vida muy triste, oscura y fría –señala el astrofísico– con temperaturas cada vez más próximas al cero absoluto (273 grados bajo cero)". En medio de un panorama tan desolador, las estrellas actuarán como unos oasis térmicos hasta que agoten su combustible y, como el resto del espacio, se enfríen.
Los análisis de este astrofísico y su grupo sobre el fondo cósmico coinciden con los del experimento Boomerang. Los resultados del IAC aparecerán próximamente en la revista mensual de la Royal Astronómical Society y están ya disponibles en el servicio de publicaciones electrónico Astro-ph bajo el título "Medida del primer pico acústico del fondo cósmico de microondas con el interferómetro de 33 gigahertzios". El artículo ha sido realizado conjuntamente con José Alberto Rubiño y Carlos Gutiérrez, también del IAC, y otros investigadores de las universidades de Cambridge y Manchester.
Las semillas de las galaxias
El equipo de Rafael Rebolo trabaja actualmente en un nuevo experimento, denominado VSA (siglas de Very Small Array), instalado en el Observatorio del Teide e impulsado por el IAC, el Grupo de Astrofísica Cavendish (Universidad de Cambridge) y el Observatorio Jodrell Bank (Universidad de Manchester). Los objetivos científicos de VSA son similares a ‘Boomerang’, pero el nuevo experimento conseguirá imágenes del fondo cósmico de microondas más nítidas, de hasta un sexto de grado de resolución. Para ello se emplearán catorce pequeñas antenas de radio que apuntarán al mismo lugar en el Universo y combinarán sus señales, con una técnica conocida como ‘interferometría’.
De acuerdo con la teoría de expansión del Universo, las variaciones espaciales de la temperatura en el fondo cósmico de microondas son la huella de las semillas que generaron las galaxias y los cúmulos que las agrupan. Algunas de estas huellas de la estructura actual del Universo –llamadas ‘cosmosomas’ por los astrofísicos del IAC- ya fueron localizadas en 1994 gracias al ‘Experimento de Tenerife’, también instalado en el Observatorio del Teide. Por efecto de la expansión del cosmos y de la gravedad, estos cosmosomas darían lugar a los gigantescos supercúmulos de galaxias.
"Cuanto mejor resolución tengan las imágenes del fondo de microondas, más riguroso será nuestro conocimiento sobre el origen del cosmos", señala este investigador. VSA abre el camino a observar las huellas de objetos menores que los cúmulos de galaxias. "Gracias a la precisión que ofrece el experimento quizá alcancemos a ‘ver’ las variaciones térmicas que originaron las primeras formaciones de galaxias en el Universo", aventura Rafael Rebolo, con una amplia experiencia en este campo que le ha llevado a obtener los resultados obtenidos con el interferómetro JBO-IAC, del Observatorio del Teide.