Todavía queda mucho por hacer. Esa es la sensación generalizada que cierra el Gender in Physics Day 2017, en el que destacó la labor de sensibilización y visibilización del problema de igualdad de género. Ahora es un tema común de debate dentro de las instituciones y también fuera de ellas, al que cada vez se suman más hombres, pero, aun así, el camino es largo, complejo, y seguimos siendo “unos aficionados” (tras diez años en el caso del Instituto de Astrofísica de Canarias).
El tercer bloque “Políticas de igualdad en Ciencia” se dedicó a tres líneas generales: experiencias de planes de igualdad en centros de investigación en Física, buenas prácticas en políticas de igualdad en Ciencia y perspectiva de género en el proceso investigador. Inmaculada Perdomo, del Instituto Universitario de Estudios de las Mujeres de la Universidad de La Laguna (IUEM-ULL), inauguró la jornada con “Investigación responsable y sensible al género.” En esta ponencia insistió en que la investigación en Ciencia y género es una disciplina que se encuentra entre la Filosofía, la Ciencia y la Tecnología. Desde los años 70 del siglo pasado, se ha planteado como desafío corregir el número de mujeres en la Ciencia, transformar las estructuras, eliminar barreras y modificar el propio conocimiento incluyendo la dimensión de género en la investigación.
Por su parte, Johan Knapen, investigador del IAC, comentó el contenido sobre ética elaborado por la European Astronomical Society (EAS): cuál es el alcance del documento, buenas prácticas a la hora de contratar personal y algunas recomendaciones en cuestiones de género y diversidad. El informe está disponible en la web de la EAS. Además, en el congreso EWASS de 2018, donde acudirán 1.500 astrónomos y astrónomas, habrá una sesión especial dedicada al tema. Es un documento que va mucho más allá del género. En su opinión, la representación de mujeres en Astronomía en España no está tan mal (30%), y en otros asuntos estamos peor: diversidad de origen, diversidad cultural y económica, procesos de selección, sesgos inconscientes, progreso en la escala complejo,….
Icíar Montilla, investigadora y tecnóloga en el IAC, presentó algunas medidas para fomentar la igualdad de género en los congresos científicos. En su campo de Óptica Adaptativa –ingeniería- hay menos mujeres que en otros campos de la Astrofísica. Ella fue presidenta del Comité Organizador Local del congreso de Óptica Adaptativa para Telescopios Extremadamente Grandes (AO4ALT5) que se celebró el pasado mes de junio y, al querer darle una perspectiva de género, encontró cierta oposición. A pesar de ello, continuó; y algunas de las medidas que tomó y quiso destacar sobre el mismo fueron que el Comité Local Organizador (LOC) fuese paritario aunque el Comité Científico Organizador (SOC) no pudiese serlo, control de abstracts de forma anónima, control de porcentajes de participación y conciliación mediante una subvención para participantes con hijos menores, inclusión de las familias en los descansos, etc. Esto produjo que la participación de mujeres alcanzase el 18%. Además, en comparación con el congreso de 2015, se normalizó el discurso de género y acudieron tanto hombres como mujeres a la charla de igualdad de género.
Sonia Estrade Albiol, doctora en Nanonciencia y profesora de la Universidad de Barcelona (UB), presentó el proyecto Strategic Partnership “Diversity in the Cultures of Physics”, que busca construir una red europea para crear acciones que mejoren el balance de género en Física y otras subramas. Dentro de este programa se inserta una escuela de verano que pretende ser un intercambio bilateral para físicas jóvenes en la fase entre el máster y el doctorado. Las participantes salieron de esta escuela de verano más conscientes del sesgo de género, más feministas, más involucradas en el tema y empoderadas de cara a empezar sus estudios de doctorado.
Irene Jorge Fernández, investigadora de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), responsable de comunicación de GEECCO (Gender Equality in Engineering through Communication and Commitment). Introdujo el proyecto H2020 GEECCO cuyo objetivo es ayudar a los centros científico-tecnológicos a poner en marcha planes de igualdad que afecten a la toma de decisiones, la contratación y la carrera profesional, la docencia y la investigación.
Por otro lado, Naiara Arri e Idoia Peñacoba, comentaron la experiencia de la Universidad de Mondragón en la implantación de “PLOTINA” un programa de H2020 para impulsar la igualdad en centros de investigación mediante el diseño de planes de igualdad y cuyas conclusiones son, entre otras, que no todo el mundo percibe desigualdad de género.
Águeda González, investigadora, profesora de la Universidad de La Laguna (ULL) y miembro de la Comisión de Políticas de Igualdad de la Facultad de Ciencias, expuso su proceso de creación, incluyendo a todos los agentes involucrados, y difusión entre profesorado y alumnado mediante cartelería, exposición bibliográfica de mujeres en ciencia, exposiciones, vídeos de mujeres importantes en la Ciencia (tanto pasadas como actuales).
Eduardo Martín Guerrero, del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC), analizó la situación de esta institución aportando algunas cifras sobre la composición de su personal, medidas de conciliación, etc. Destacó que la proporción de mujeres es relativamente alta (40%), no así en puestos de responsabilidad, pero que aún queda “mucho por andar”.
Susana Hernández, responsable de comunicación del Instituto de Física Teoría (IFT) , un centro mixto UAM-CSIC, subrayó la baja presencia de mujeres en su institución y destacó algunas actividades de divulgación, especialmente la llevada a cabo a través de su canal de Youtube la semana del 6 al 11 de febrero del pasado año en el que las investigadoras de Física contestaban a preguntas formuladas por el público general. También ofreció datos sobre sus redes sociales, señalanado que en Facebook el 85% de los seguidores son hombres de entre 18 y 34 años, en Twitter el porcentaje masculino supone un 77%, y en Youtube el dato se dispara a un 91% de hombres de los 280.000 subscriptores al canal.
Mayra Osorio, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), presentó la ponencia “Estadísticas del número de investigadoras en el IAA-CSIC: unos números para reflexionar.” En ella numeró algunos descubrimientos importantes en los que han participado mujeres y relató la situación actual las mismas en el IAA: en total son un 24%, de las cuales un 48% son investigadoras predoctorales, un 34% postdoctorales, y un 20% permanentes.
José Antonio Merino Martín, jefe de Recursos Humanos de CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas), expuso que desde los años 90 se había conseguido la paridad (60/40) en la plantilla, aunque en los departamentos de Tecnología y Fusión los porcentajes de mujeres son menores. Algunas medidas del plan de igualdad que están considerando para facilitar la conciliación son el teletrabajo, las guarderías, los campamentos de verano, etc. También destacó la necesidad de personal que se dedique por completo a la igualdad y lamentó la ausencia de profesionales formados en esta área.
Marta Seror García, astrofísica y encargada de comunicación y difusión del Instituto de Física de Cantabria (IFCA), expresó que de las 90 personas que suponen el total de los trabajadores del centro, más de 10 tienen menos de 30 años y de las cuales solo 5 son mujeres. En el resto de franjas predominan los hombres, y son conscientes de que los datos no son muy positivos. Aseguran que la diversidad aporta puntos de vista distintos que favorecen a todos, no solo a la Ciencia.
Monique Gómez, presidenta de la Comisión de Igualdad del IAC y gestora del proyecto GENERA, junto con el doctorando David S. Aguado y el investigador Julio Castro-Almazán, del área de caracterización de los Observatorios de Canarias, fueron los encargados de cerrar este tercer bloque temático. Julio comentó las fases Plan de Igualdad del IAC, que a lo largo de los años ha pasado por la concienciación, la sensibilización, la actuación, la consolidación y la transversalidad. Destacó la importancia de analizar cómo se empezó y qué ha cambiado desde entonces. Por su parte, Monique recordó que todo comenzó con la Ley de Igualdad. En 2008 se instó a aplicar el Plan de igualdad de la Administración General del Estado y se elaboró un compromiso institucional, un diagnóstico y se redactó el mismo, así como un protocolo de acoso sexual y discriminación. En 2014 se redactó un nuevo Plan para renovar el compromiso, que firmó el Comité de Dirección. A partir de este momento se creó la Comisión de Igualdad; y en 2016 se contrató una técnica de igualdad gracias a la participación del IAC en GENERA. Por su parte, David recordó que el IAC es pionero en políticas de conciliación e informó de cuáles fueron los resultados obtenidos tras preguntar a las investigadoras del Instituto por ellas.
La ponencia final estuvo compuesta de dos partes. Primero, Thomas Berghoefer, director del Proyecto GENERA y perteneciente al Deutsches Elektronen-Synchrotron (DESY), destacó la importancia de continuar con estos proyectos de equilibrio de género cuando finalice el proyecto GENERA. Recordó que es necesario el compromiso de las instituciones que lo conforman y aquellas nuevas que deseen participar ya que, gracias a este tipo de encuentros, todos los centros pueden aprender de los demás. La segunda parte fue la Mesa de clausura en la que estuvieron presentes Capitolina Díaz Martínez, catedrática de Sociología del Género de la Universitat de València, y Ana Puy Rodríguez, directora de la Unidad de Mujeres y Ciencia del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (MINECO).
Capitolina Díaz presentó cuáles fueron sus observaciones y conclusiones sobre este encuentro y detectó dos problemas que explican por qué es tan lento el progreso de las mujeres en la Ciencia. En primer lugar estaría la “Gineagnosia”. Comentó que la agnosia es una enfermedad en la que no se reconoce lo que se ve y que, por lo tanto, la gineagnosia explicaría por qué vemos a las mujeres sólo como mujeres y no más allá (siempre como madre o cuidadora, pero no como una profesional). Esto supone que la sociedad en general no reconoce el valor de las mujeres. El otro problema detectado por Capitolina es la “Hystéresis social de género” que impide valorar adecuadamente a las mujeres cultivadas y preparadas, en el campo profesional, y hace que se siga teniendo sobre ellas un pensamiento antiguo. Es necesaria una “desmagnetización”, para compensar tantos años de desigualdad. Para resolver estos problemas, propuso cambios y medidas de acción positiva, como dar a conocer a estas figuras; y cambios estructurales como los que propone el proyecto H2020.
Ana Puy, por último, habló sobre las iniciativas recientes que se han llevado a cabo en la Unión Europea, como H2020 y la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo sobre el ERA (Informe 2014). En este informe, el cambio es muy lento en políticas de igualdad de género y Ciencia, con algunos problemas: sesgo de género, falta de equilibrio en los puestos decisorios y ausencia de dimensión de género. Aunar esfuerzos para lograr cambios institucionales a largo plazo debe de ser una de las prioridades para lograr el equilibrio de género. Los principales objetivos para España dentro de ERA (2015-2020) son revisar y adecuar los procedimientos y criterios de convocatorias en I+D+i; elaborar directrices, buenas prácticas y formación.
A pesar de que la fotografía que se ha podido obtener de la situación actual de las mujeres en los centros de investigación en Física no ha sido positiva, el hecho de que se hayan identificado los problemas y se esté trabajando sobre ellos es un gran paso. Deberán llevarse a cabo más encuentros como este que apuestan por aprovechar las fortalezas y buenas prácticas de todos para continuar avanzando hacia la paridad.
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