Los sistemas binarios de rayos X, la mejor prueba de la existencia de agujeros negros en nuestra galaxia, son más activos de lo que se pensaba
Este resultado es fruto de la colaboración con investigadores de las universidades británicas de Southampton y Open University
En las últimas décadas el estudio de los sistemas binarios de rayos X ha suscitado un gran interés entre los astrónomos por constituir el mejor indicio de la existencia de agujeros negros en nuestra galaxia, la Vía Láctea. Se trata de sistemas estelares en donde una estrella de neutrones o un agujero negro está continuamente recibiendo gas de una estrella "normal" que gira en torno a él. Este gas se calienta tanto, que emite en rayos X. Algunas de estos sistemas binarios pasan por un estado de quietud en el que la emisión de rayos X es un millón de veces menos intensa de lo normal. En esas circunstancias, los sistemas que contienen un agujero negro son incluso más débiles que los formados por una estrella de neutrones. Esto pudiera ser debido a que la energía se pierde al pasar por el horizonte de sucesos del agujero negro, el punto que define la región de la cual nada, ni siquiera la luz, puede escapar a los efectos gravitatorios de este objeto. Pero para estar seguros, los astrónomos necesitan conocer con más detalle cómo fluye el gas hacia el agujero negro durante el estado de quietud.
Para ello, los astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) Jorge Casares y Cristina Zurita, en colaboración con Rob Hynes y Phil Charles, de la Universidad de Southampton, y Carole Haswell, de la Open University, han utilizado el telescopio "William Herschel", perteneciente al Grupo de Telescopios Isaac Newton e instalado en el Observatorio del Roque de los Muchachos (La Palma), para estudiar uno de estos sistemas, V404 Cyg. Precisamente, en este sistema y con este telescopio, Jorge Casares descubrió en 1992 el primer agujero negro confirmado como tal. Las observaciones realizadas por este equipo detectaron un aumento espectacular en el brillo en forma de destellos de unas pocas horas de duración que iluminaron el gas en torno al agujero negro, probablemente por la incidencia de rayos X sobre el disco.
En observaciones más recientes realizadas con telescopios del Observatorio del Teide (Tenerife), el Telescopio Óptico Nórdico, del Observatorio del Roque de los Muchachos (La Palma) y el telescopio Gemini Sur, en Chile, los astrónomos han descubierto la presencia de destellos en el rango visible en al menos otros cuatro sistemas binarios de rayos X en quietud, lo que demuestra que este fenómeno debe ser común a estos sistemas. "Lo que parece claro –explica Cristina Zurita- es que los sistemas binarios de rayos X en quietud no son tan inactivos como pensábamos sino que, aún en este estado, debe existir importante actividad relacionada con la caída del gas sobre el agujero negro."
Referencia del artículo donde se han publicado estos resultados:
"H-alpha flares from V404 Cyg in quiescence"; 2002 Hynes, R. I.; Zurita, C.; Haswell, C. A.; Casares, J.; Charles, P. A; Pavlenko, E. P.; Shugarov, S. Yu.; Lott, D. A. Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, Volume 330, Issue 4,
pp. 1009-1021.