Vicente Domingo, físico y ex coordinador del proyecto espacial SOHO, de la Agencia Europea del Espacio (ESA), recibió hoy el homenaje de la comunidad científica internacional por sus contribuciones al estudio del Sol y su promoción de las iniciativas científicas. En el acto, celebrado dentro del Congreso sobre "Sismología solar y estelar en los albores del nuevo milenio" de Tenerife, Domingo se consideró "sólo un funcionario de la ESA". Los organizadores de este encuentro astronómico, que organiza el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), destacaron que el físico valenciano, de 66 años, ha sido el gran precursor de la participación española en proyectos científicos internacionales.
El científico recibió el agradecimiento de la comunidad científica internacional por su contribución al contacto entre científicos en instituciones durante sus treinta años en la Agencia Espacial Europea. Vicente Domingo fue director científico del proyecto SOHO, que puso en órbita en 1995 un satélite para el estudio del Sol, su mayor satisfacción no sólo desde el punto de vista profesional. "Contamos entonces con un equipo de físicos solares muy importante", señala con modestia quien asegura que no ha sido un representante de España, sino "sólo un funcionario de la ESA, de la que España es miembro".
Para los organizadores, gran parte del papel actual de nuestro país en proyectos científicos internacionales se debe a Vicente Domingo. "La situación era complicada los primeros años, en torno al año 70 –indicó al respecto-. La investigación española ha sido siempre reducida y apenas hubo aprovechamiento al principio". Destacó que la delegación española en ESA siempre procuró "un retorno tanto económico como científico" y puso como ejemplo del éxito a empresas como Construcciones Aeronáuticas (CASA) o SENER, en el terreno de la ingeniería. En lo científico, "todo ha mejorado mucho en los últimos 15 ó 20 años, con la participación del Instituto de Astrofísica de Canarias o el Instituto de Astrofísica de Andalucía".
En opinión del científico valenciano, "el IAC ha sido el grupo español que más ha participado en la ESA. De hecho, su contribución fue determinante. Algunos instrumentos de SOHO tienen como precedentes a otros que ya funcionaban aquí, en Canarias, en 1976. Hoy en día, participan universidades, como la de Barcelona en Hipparcos, el satélite que hizo el más avanzado mapa estelar; o la parte científica del INTA [Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial] y la Universidad de Valencia, por ejemplo, que construyen parte del satélite INTEGRAL, para estudiar los rayos gamma. Ha habido un crecimiento considerable de la ciencia espacial española".
Antes de ESA, Vicente Domingo había trabajado en emplazamientos tan distintos como las universidades de Valencia - donde se doctoró en Física Nuclear- , Colorado y Chicago, el CERN de Ginebra, o el Observatorio de Chacaltaya, en Bolivia, que con 5.200 metros es el más alto del mundo. "Un lugar en mitad de la atmósfera y con una temperatura agradable", bromeó.
SOHO es pasado y presente de la ESA, y el Solar Orbiter (SOLO) el futuro. La nueva sonda llevará instrumentos ópticos que observarán directamente el Sol y observará, por primera vez, la atmósfera Solar a sólo un tercio de la distancia entre Tierra y Sol. "Con la ventaja de que entrará en el ‘viento solar’, muy cerca del Sol. Ahora - matizó- tenemos que estudiar este fenómeno cuando pasa por la Tierra, pero para entenderlo bien necesitamos medidas más precisas".
Y es que los avances en la Física Solar se deben, a su juicio, al intercambio de datos entre la teoría y la práctica. "Esta situación es permanente: se hacen las teorías, se investiga y se obtienen mejores y más detalladas medidas. Los teóricos tienen que reaccionar y entender estos nuevos datos. Y a partir de ello, concebir una nueva descripción", añadió. "En los últimos años, con los satélites SOHO y GONG, se han encontrado diversos hechos de las propiedades de la estructura del Sol que no se conocían antes, y se ha visto que aún podía mejorarse en el futuro".
Aún quedan por esclarecer numerosas dudas, según Vicente Domingo, "aunque ya sabemos mucho del interior del Sol a través de sus seísmos, y a pesar de que parece que el aumento de la actividad solar se debe a una especie de dinamo situada en la parte baja de la zona de convección del Sol, ignoramos por qué sucede esto precisamente cada once años". De los datos que se recogen de las iniciativas SOHO y GONG y desde el IAC, "es muy posible que podamos conocer mejor este ciclo solar", aseveró.
Y no parece una cuestión baladí: "El día que entendamos el ciclo solar habremos hecho un avance importante en el conocimiento del Sol. Algo que desconocemos es si, además de este ciclo, existe una tendencia a largo plazo. Los instrumentos todavía no nos permiten medir cómo varía la radiancia [cantidad de radiación que emite el Sol] más allá del límite de los 11 años".
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