En el Observatorio de las Campanas, en el desierto de Atacama, en Chile, se está construyendo uno de los llamados “Telescopios Extremadamente Grandes”: el Telescopio Gigante de Magallanes (GMT, de sus siglas en inglés), de 24,5 m de diámetro y que, en principio, estará disponible en 2022. Su nombre recuerda al navegante y explorador portugués cuya expedición descubriría el paso entre el Océano Atlántico y el Pacífico y acabaría dando por primera vez la vuelta al mundo. El GMT, perteneciente a un consorcio internacional liderado por Estados Unidos -Giant Magellan Telescope Organization (GMTO)-, también revolucionará nuestra visión y comprensión del Universo con Astronomía desde el Hemisferio Sur. El responsable de la Óptica Activa y Adaptativa de este telescopio es Antonin Bouchez, jefe del Grupo de Detección y Control del Frente de Onda del Equipo del GMT, experto en Ciencia Planetaria y participante en el congreso sobre “Óptica Adaptativa para Telescopios Extremadamente Grandes” (AO4ELT5), que se ha celebrado esta semana en el Hotel Botánico del Puerto de la Cruz, en Tenerife, organizado por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
Por Elena Mora (IAC)
El GMT tiene un espejo deformable que forma parte del telescopio.
La interacción entre Astronomía e Ingeniería es muy valiosa.
Aunque los tres proyectos de telescopios gigantes estemos trabajando en problemas similares, este congreso es la oportunidad de trabajar juntos y compartir ideas.
Pregunta: ¿Qué sistemas de Óptica Adaptativa se están diseñando para el GMT?
Respuesta: Al igual que el ELT (Extremely Large Telescope) europeo, el GMT tiene un espejo deformable formando parte del telescopio, así que es un telescopio “totalmente adaptativo”. En nuestro caso, es el espejo secundario. Disponemos de un espejo primario segmentado de 24,5 m y un espejo secundario, también segmentado, de 3 m, que es adaptable y puede corregir la atmósfera a alta velocidad. Todos nuestros instrumentos usan Óptica Adaptativa de una forma u otra, ya sea corrigiendo la turbulencia de la capa terrestre para hacer una corrección más limitada de gran campo o bien corrigiendo toda la atmósfera para llegar al límite de difracción.
P: Hoy por hoy es más difícil aplicar Óptica Adaptativa en el rango visible que en el infarrojo. ¿Qué podría ser más interesante desarrollar: Óptica Adaptativa para telescopios infrarrojos extremadamente grandes u Óptica Adaptativa para telescopios ópticos de 10 m?
R: Ambas posibilidades son muy desafiantes. Las dos empujan los límites de la tecnología, ya sea corrigiendo una longitud de onda corta en telescopios más pequeños o corrigiendo longitudes de onda mayores en telescopios más grandes. En estos últimos, creo que hay más incógnitas, por lo que me parece más atrayente. Hasta cierto punto, no sabemos los problemas a los que nos vamos a enfrentar cuando desarrollamos estos sistemas, así que supongo que por eso me gusta más desarrollar esta línea. En cuanto a los problemas que se plantean mientras desarrollas instrumentación futura para los telescopios actuales, creo que son cuestiones que entendemos mejor, aunque siguen siendo retos difíciles.
P: ¿Cuál es su impresión sobre la reunión? ¿Cree que la interacción entre Astronomía e Ingeniería es más necesaria que nunca?
R: Esta interacción es muy valiosa. De hecho, creo que algunas de las charlas más interesantes han sido del lado de la Ingeniería, aunque las que a mí más me atraen son las charlas sobre Astronomía que describen cuáles son las actuales limitaciones en la investigación y cómo se trata de encontrar soluciones a las mismas. Congresos como el AO4ELT5 son realmente una gran ocasión para abordar estos temas. También creo que es muy importante para la colaboración entre los distintos proyectos: aunque todos, los tres proyectos de telescopios gigantes, estemos trabajando en problemas similares, ésta es la oportunidad de trabajar juntos y compartir ideas.